viernes, 7 de agosto de 2009

VIDA Y LUCHA DEL REY BARULE


La Vida de Barule. Sobre fecha y lugar de nacimiento no se tienen datos, pero teniendo en cuenta el informe del censo de esclavizados de la provincia del Chocó de 1759 la descendencia africana del Rey Barule presupone corresponder a los grupos naciones de Fon, Adja, Congos, Chamba, Mandingas, Carabalies, Popós, Xangos, Nago, Minas, Tembo, Arará, Chala, Zefre, Lucumí o Viví. Dentro del razonamiento histórico y teniendo en cuenta el profundo lazo de amistad y comunicación que estableció Barule con los hermanos Antonio y Mateo Mina, estos tres coordinadores de la insurrección antiesclavistas en Tadó, pone a pensar con fe que Barule estaba muy ligado a la lengua africana de los Mina y en ese sentido, su descendencia estaría muy cercana a los hermanos Mina; pero por otro lado, al mirar la condición de rebeldía, condiciona en pensar su linaje de los Mandingas; grupo caracterizado por luchar contra la esclavitud, contra la catequización y por su tendencia a huir de la opresión. La otra posibilidad es que su origen pudo ser Fon o Adja por el origen toponímico de Tadó (Tado, ciudad africana poblada por los Adja sobre el río Mono, república de Togo)

A finales de 1727, los esclavizados asentados en la región de Tadó, conscientes de los atropellos realizados por los esclavistas y doctrinarios resuelven definir su destino y poner punto final a la esclavitud. Barule, los hermanos Antonio y Mateo Mina y otros cimarrones aprovechan el cabildo (lugar de concentración) y establecen una red de información y de estrategias de organización del movimiento antiesclavista. En el informe sobre el hecho al Concejo de Popayán, el gobernador del Chocó de ese entonces Julián de Trespalacios y Mier expresa su preocupación por la posible influencia de estos esclavizados sobre los demás. Trespalacios menciona, además de Barule, a Bernabé Mina, José Nongo y Nicolás Nanga.

El 1º de noviembre de 1727 los 40 esclavizados del entable minero de donde pertenecían Barule, Antonio y Mateo Mina inician la acción de guerra matando a uno de los esclavistas (no hay registro de su nombre), posteriormente procedieron con los demás entables mineros circundantes hasta ejecutar un total de 14 españoles. De esta ofensiva cimarrona lograron salvarse el visitador eclesiástico, un religioso y ocho españoles que se fugaron tramontando ríos y montañas hasta llegar a la provincia de Nóvita quienes informaron al teniente del Gobernador para buscar refuerzo militar en el Valle del Cauca y Popayán.

Dominado el territorio por los cimarrones tadoseños, Barule es proclamado “Rey del Palenque de Tadó”, enseguida se formó una corte integrada por tres miembros: los hermanos Antonio y Mateo Mina y un tercero sin registro de nombre (Falco Nery, 1985). La insurrección se irradia por todo el San Juan, Iró, Tamaná y Quito. En respuesta a esa gesta libertaria se lograron congregar en el Palenque de Tadó cerca de 3000 cimarrones confederados quienes se integran al nuevo modelo de organización social de herencia africana.

La constitución de este palenque generó un gran impacto entre los cimarrones confederados, la ausencia de las autoridades españolas y el ambiente libertario conllevó a la proclamación de pequeños palenques como unidad social, militar y administrativa derivado del central. Entre los palenquillos conformados fruto de la ofensiva cimarrona se registra el de Raspadura (San Pablo), Santa Rita de Iró, Mumbú (Alto San Juan) y Pueblo Viejo. El palenque de Tadó durante unos cuatro meses tuvo su propio gobierno, su organización militar y administrativa.
El 18 de febrero de 1728 se da la gran batalla, los cimarrones tadoseños equipados con lanzas, palos y machetes se enfrentan a los soldados españoles dotados de arcabuces, cañones y perros dejando como resultado un sinnúmero de muertos en las dos partes beligerantes.

La deficiencia logística y la incomunicación lingüística entre los cimarrones debilitaron al final las tácticas y pérdida de la resistencia armada contra el ejército español mejor dotado. Los cimarrones al verse en desventaja optan por huir hacia las cabeceras de los ríos y crean pequeños asientos defensivos.

La búsqueda por los españoles de los Cimarrones se hace intensiva. Los curas y doctrineros que acompañaban al ejército, a través de las confecciones les sacaban informaciones a los esclavizados domésticos capturados y entregados.

Barule, los hermanos Antonio y mateo Mina y el cuarto líder cimarrón son delatados y el 19 de febrero de 1728 son capturados y fusilados por el teniente Tres Palacios Mier; antes del fusilamiento, Barule y sus cortesanos fueron torturados y condenados a la pena capital. Sus manos cortadas y freídas en aceite, sus cuerpos descabezados fueron exhibidas como escarmiento al público.